Ouigo pide ayuda al Gobierno por los precios de la luz mientras Francia impide operar a Renfe en el país
La filial francesa low cost del operador ferroviario público SNCF, Ouigo, que opera en España la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, ha alzado la voz para pedir ayudas por el elevado coste de la energía que, aseguran, pone en peligro su negocio y la liberalización del sector en España. Ouigo, que ofrece billetes de tren a Barcelona por 9 euros, ha pedido auxilio al Gobierno porque los elevados costes de la electricidad amenazan su negocio de bajo coste.
Según los directivos de Ouigo en España, los costes de la electricidad han pasado de representar entre el 12% y el 15% del total de los gastos a multiplicarse por cinco. Por eso, han señalado desde la empresa que los precios deberían subir un 35% en la línea Madrid-Barcelona y hasta un 50% en la de Madrid-Valencia -pronto empezarán a operar también esta línea- para ser rentables.
Sin embargo, tanto el Gobierno como la propia Renfe han pedido en numerosas ocasiones a las autoridades francesas la misma reciprocidad en su mercado de la que disfruta Ouigo. La liberalización del sector es una decisión de Bruselas y España ha sido uno de los primeros países en abrir sus líneas de alta velocidad a la competencia, mientras en Francia se torpedea a Renfe, como publicó este diario.
De hecho, hasta el regulador francés ha admitido que las autoridades locales están poniendo trabas a la liberación de sector y al avance de Renfe y otros competidores en el mercado local.
Expansión internacional
Renfe inició hace varios años su expansión internacional para hacer frente a la liberación del mercado interno y a la entrada de competencia en el país. Opera la línea de alta velocidad de La Meca a Medina, ha pujado por la línea de California y ha comprado el 50% del capital del operador checo Leo Express.
También tiene adjudicada la gestión de la línea entre Lyon y Montpellier y la que conectaría Lyon con Marsella. Más adelante, se plantea su llegada a París. Pero, desde 2019, todavía no ha podido vender ni un billete porque el Gobierno francés regatea con las autorizaciones técnicas necesarias para operar. Hay que recordar que España ha abierto a la competencia las líneas más rentables de Renfe, no como ha hecho Francia con SNCF.
Además, el operador público ferroviario francés ha roto unilateralmente el contrato que tenía con Renfe para operar la línea entre Barcelona y París, supuestamente en respuesta a la decisión de la operadora española de empezar a competir en el eurotúnel, una de las joyas de la corona de SNCF.